Cuando nos planteamos una intervención plástica, además de pensar qué procedimiento elegir o a qué cirujano acudir, hay que preguntarse cuál es la mejor época para una cirugía estética.
Como cirujano plástico, os adelanto que primavera y otoño son los periodos más recomendables para operarse, mientras que el invierno también es muy beneficioso para algún procedimiento más concreto, como el aumento de pecho. Por otro lado, el verano no lo suelo recomendar debido a las altas temperaturas, el sol y la mayor exposición social, algo que suele dificultar bastante el reposo y los cuidados postoperatorios.
Por qué la primavera es un buen momento para una operación estética
La primavera resulta atractiva porque combina un un clima templado con la motivación de «renovación» típica de esta estación. Además, quienes se intervienen en estos meses suelen llegar al verano recuperados y con los resultados ya visibles. Es decir, reúne varias condiciones ideales:
- Clima templado, ya que las temperaturas no son ni muy frías ni muy calurosas, lo que facilita el proceso de recuperación. La piel transpira mejor, se reduce el riesgo de incomodidad con vendajes y se tolera mejor el uso de fajas o sujetadores postquirúrgicos.
- Preparación para el verano. Muchas personas optan por la primavera porque les da tiempo a recuperarse de forma adecuada antes de las vacaciones. Por ejemplo, si alguien desea hacerse una liposucción o una abdominoplastia, podrá disfrutar de la playa o la piscina con resultados más visibles.
- Menos infecciones: los ambientes cálidos pero no extremos ayudan a mantener la piel en mejores condiciones, reduciendo el riesgo de complicaciones en las cicatrices.
- Mayor motivación al ser una época de renovación, por lo que muchas personas se sienten más animadas a dar el paso de mejorar su aspecto físico.
Por qué se recomienda la cirugía estética en otoño
Tras el verano, llega una etapa más tranquila que favorece tanto el reposo como la discreción. Con menos sol y temperaturas más suaves, el postoperatorio suele resultar más llevadero y cómodo. Además, muchos pacientes valoran llegar a Navidad ya recuperados. Las principales ventajas del otoño son:
- Menor exposición al sol. Uno de los principales cuidados tras una cirugía estética es evitar el sol directo en las cicatrices, ya que puede pigmentarlas y hacerlas más visibles. En otoño, con menos horas de luz y temperaturas más suaves, este riesgo disminuye considerablemente.
- Más comodidad en el postoperatorio: con la llegada del frío es más fácil llevar prendas compresivas (fajas, sujetadores, vendajes), sin que resulten incómodas ni llamen la atención.
- Recuperación antes de Navidad. Quienes se operan en septiembre, octubre o noviembre suelen llegar a las fiestas navideñas con una recuperación avanzada, lo que les permite disfrutar del resultado en un entorno social y familiar.
- Mayor disponibilidad de tiempo tras el verano. Muchas personas disponemos de rutinas más estables y menos viajes o actividades que interrumpan el reposo necesario.
Intervenciones en invierno
El invierno es una opción muy práctica, sobre todo para cirugías mamarias (aumento, reducción o mastopexia). La ropa de abrigo ayuda a mantener la discreción durante los primeros meses y las bajas temperaturas hacen mucho más cómodo el uso de sujetadores y prendas compresivas. Además, evitar la exposición solar es más sencillo.
¿Y el verano?
Aunque a veces se piensa lo contrario, el verano también puede ser un buen momento. Muchas personas disponen de vacaciones largas, lo que les permite organizar mejor el reposo. Con una correcta protección solar y siguiendo las pautas médicas, no hay inconveniente en operarse en esta estación.
¿Y la mejor época para operarse el pecho?
Cuando se trata de un aumento, reducción o mastopexia, muchos cirujanos recomendamos el invierno como la mejor época para una cirugía estética de pecho. Básicamente, la ropa de abrigo te ayuda a disimular puesto que durante los primeros meses tras la operación, el pecho puede estar inflamado o con vendajes. En invierno, con jerséis, chaquetas y bufandas, es mucho más sencillo mantener la discreción.
Con menos calor también es mucho más cómoda la transición. Los sujetadores postquirúrgicos deben llevarse de manera constante, y las bajas temperaturas del invierno hacen que resulten mucho más soportables que en verano. También es más fácil evitar el sol, algo bastante recomendable en los primeros meses. Además, quienes se operan en invierno suelen llegar a la primavera con resultados más avanzados, pudiendo disfrutar de actividades al aire libre sin limitaciones.
La clave de una cirugía estética está en la planificación
Por supuesto, la época del año es solo otro factor más que deberías considerar para haceros una operación estética. Aunque sí que es bastante importante, también debéis tener en cuenta:
- Tenéis que disponer de tiempo libre suficiente para una buena recuperación, ya que es fundamental contar con semanas de reposo suficiente sin compromisos laborales o sociales que la dificulten.
- El tipo de cirugía. No es lo mismo una blefaroplastia (cirugía de párpados) que una abdominoplastia.
- Considerar tu estado físico y de salud en ese momento.
- La exposición al sol, dado que es un factor de riesgo en la cicatrización, conviene programarla en meses donde sea más fácil evitar la radiación solar directa.
- Ajustar el calendario a tus objetivos personales (vacaciones, eventos, celebraciones…).
En resumen: no existe una única época perfecta para operarse. Todas las estaciones del año ofrecen ventajas diferentes, y lo más importante es elegir el momento que mejor encaje con tu situación personal, tu agenda y las indicaciones médicas.
No hay una única respuesta universal, pero sí podemos decir que la mejor época para una cirugía estética suele ser la primavera y el otoño, con el invierno como tercer mejor momento, sobre todo para las operaciones de pecho.