Blefaroplastia Zaragoza
¿Qué es la blefaroplastia?
La blefaroplastia es la cirugía de párpados. Tiene como objetivos corregir el exceso de piel de los párpados superiores y las bolsas de los párpados inferiores.
Es una cirugía extremadamente agradecida con la que se recupera una mirada rejuvenecida y natural, sin cambiar los rasgos del paciente.
Se realiza tanto en gente mayor, cuya mayor preocupación suele ser un peso excesivo de los párpados superiores, como en gente joven, que suelen estar más preocupados por un desarrollo excesivo de las bolsas inferiores que dan un aspecto de cansancio permanente.
La blefaroplastia no corrige ni elimina las arrugas de los ojos, conocidas como “patas de gallo”, para lo cual son de utilidad otros procedimientos médico-estéticos como el bótox. Tampoco corrige la caída o ptosis de las cejas, para lo cual estaría indicado un lifting de cejas, mediante una incisión localizada a nivel supraciliar o a nivel de la zona frontal del cuero cabelludo.
Puede combinarse con otros procedimientos, tanto a nivel facial como a nivel corporal.
Local + sedación general.
Ambulatorio.
7-10 días.
30-50 minutos
En párpados superiores, oculta en el pliegue palpebral natural. En inferiores, cicatriz por dentro del párpado no visible.
Blefaroplastia sin cicatrices
La blefaroplastia sin cicatrices es un avance revolucionario en cirugía estética que permite rejuvenecer la mirada sin dejar marcas visibles. Este procedimiento utiliza la innovadora técnica del abordaje transconjuntival (por dentro del párpado), para eliminar el exceso de piel y bolsas de los párpados, logrando un resultado natural y armonioso. Al no requerir incisiones tradicionales, el tiempo de recuperación es más rápido, la ciguría es ambulatoria, y las molestias son mínimas. Ideal para quienes buscan revitalizar su expresión facial sin someterse a una cirugía invasiva, esta técnica garantiza una mejora estética con discreción, devolviendo frescura y luminosidad a la mirada de manera efectiva y segura.
Blefaroplastia con láser
Tecnología avanzada que se usa para la blefaroplastia, el láser. Es un laser quirúrgico que va cauterizando los vasos sanguíneos conforme va cortando. Gracias a esto, casi no hay sangrado, por lo que también es más seguro durante la intervención. Además, la recuperación es mucho más corta y con una menor inflamación.
En la misma intervención, se puede realizar un tratamiento mediante láser ablativo fraccional, con el que conseguimos una retracción de la piel que estimula la formación de colágeno, alisando y rejuveneciendo la piel. Así, evitamos realizar incisiones externas.
Los tipos de cirugía de párpados
Para cada una de vuestras necesidades específicas, hay un tratamiento diferente de blefaroplastia. Por lo general, las podemos separar en tres grupos.
- El primero es la blefaroplastia superior, que se enfoca en eliminar el exceso de piel y grasa de los párpados superiores. Es ideal para pacientes que experimentan caída de los párpados que afecta su visión o apariencia.
- Luego, está la cirugía de párpados transconjuntival, que está indicada para tratar las bolsas de grasa en los párpados inferiores, esta técnica no deja cicatrices visibles, ya que se realiza a través de la conjuntiva.
- Por último, está la operación transcutánea. Se accede a las bolsas de grasa de los párpados inferiores a través de una incisión en la piel, permitiendo además tensar ligeramente la zona para un resultado más rejuvenecedor.
Postoperatorio de una blefaroplastia
El postoperatorio de una cirugía de párpado es muy ligero ya que, a pesar de la creencia general, se tienen muy pocas molestias. Se deberá llevar durante la primera semana un apósito sobre el párpado en cuestión, pero podrás abrir y cerrar ojos, así como ver, sin problema.
Además, el proceso de recuperación tras una blefaroplastia láser es mucho más rápido y menos invasivo que con la técnica tradicional de bisturí. Os solemos recomendar evitar el uso de lentes de contacto y maquillaje en las primeras semanas, así como proteger los ojos con gafas de sol adecuadas. No obstante, os daremos muchas más recomendaciones en consulta para un seguimiento correcto.
¿Qué resultados puedo esperar?
Los resultados son visibles rápidamente: gracias a la eliminación de la piel flácida y la grasa, la mirada se verá rejuvenecida, los párpados más firmes y definidos, y la expresión facial más fresca y descansada.
Preguntas frecuentes
Antes de someterse a una blefaroplastia, es fundamental realizar una evaluación completa para garantizar la seguridad y eficacia del procedimiento. Las pruebas habituales que solemos realizar son:
- Examen oftalmológico completo. Para evaluar el estado de los ojos, comprobamos la visión y la salud de los párpados.
- Historial médico. Un análisis detallado de enfermedades previas, alergias, medicamentos y cirugías anteriores.
- Fotografías clínicas. Se toman imágenes del área facial para planificar el tratamiento y comparar los resultados postoperatorios.
- Pruebas generales. Como análisis de sangre y electrocardiograma, en caso de ser necesario, para evaluar el estado de salud general del paciente.
La cirugía de párpados caídos está indicada para personas de cualquier edad que presentan alguno de los siguientes casos:
- Exceso de piel en los párpados superiores, que genera una apariencia envejecida o limita el campo visual.
- Bolsas de grasa en los párpados inferiores, asociadas a una expresión cansada o hinchada.
- Edad avanzada o cambios anatómicos tempranos. Personas de entre 35 y 70 años, aunque no existe un límite estricto.
- Problemas funcionales. Pacientes que tienen dificultad para mantener los ojos completamente abiertos debido al peso de los párpados.
Con esta operación se rejuvenece bastante la apariencia facial, llegando a eliminar hasta 10 años. Esto se logra ya que, aunque no se eliminan las arrugas, elimina el exceso de piel, por lo que se suavizan un poco, y, además, se reducen las bolsas de grasa que contribuyen a una expresión más cansada.
Aunque sea una cirugía segura, hay ciertas contraindicaciones que es importante mantener presente:
- Enfermedades oculares, como glaucoma, síndrome de ojo seco severo o infecciones activas.
- Problemas de coagulación, por ejemplo, trastornos que aumentan el riesgo de sangrado durante o después de la cirugía.
- Enfermedades autoinmunes, que pueden afectar la cicatrización o aumentar el riesgo de complicaciones.
- Condiciones médicas graves, como diabetes no controlada, hipertensión descompensada o enfermedades cardíacas.
- Si la paciente está embarazada, tampoco se recomienda realizar esta operación.
- Expectativas poco realistas. Es importante que los pacientes comprendan los límites de la cirugía y tengan en mente un objetivo alcanzable.