La otoplastia es una cirugía estética destinada a corregir las orejas prominentes o despegadas, una característica que puede generar inseguridad en adultos y, a veces, en niños. A diferencia de otras intervenciones estéticas, tiene un impacto directo en la autoestima desde el principio, ya que permite modificar la forma, el tamaño o la posición de las orejas de manera definitiva. Veamos cómo se hace una otoplastia y las consideraciones más importantes.
Consideraciones antes de una otoplastia
Vamos a ver lo más importante antes de plantearte este procedimiento:
- Duración de la intervención: 1 hora o menos, es una cirugía plástica muy rápida.
- Resultados permanentes. A diferencia de otros procedimientos estéticos que requieren retoques periódicos, la otoplastia ofrece resultados definitivos. Una vez corregida la forma o posición de las orejas, el cambio se mantiene de por vida.
- Tiempo de recuperación muy corto. En la mayoría de los casos, los pacientes pueden retomar su vida normal en 7 a 10 días.
- El preoperatorio es fundamental. En este caso, se hace una evaluación médica previa, se suspende el uso de medicamentos anticoagulantes y también habría que evitar el fumar en las semanas anteriores y posteriores.
Cómo se hace la otoplastia
La otoplastia es una cirugía relativamente sencilla, pero requiere precisión, técnica y experiencia. Por lo general, se suelen seguir estas 5 fases.
1. Anestesia
En la mayoría de los pacientes se utiliza anestesia local pero, en niños pequeños, también se usa una sedación general para garantizar que todo es mucho más cómodo durante la cirugía.
Además, la anestesia local tiene la ventaja de permitir una recuperación más rápida y de evitar los riesgos asociados a la anestesia general en adultos.
2. Incisiones
El siguiente paso consiste en realizar una pequeña incisión en el surco posterior de la oreja, es decir, en la parte trasera que queda oculta a la vista. De esta manera, la cicatriz es prácticamente invisible una vez finalizado el proceso de recuperación. A través de esta incisión, el cirujano accede al cartílago que da forma a la oreja.
3. Remodelación
Una vez expuesto el cartílago, se procede a su remodelación. Dependiendo del caso, puede tratarse de:
- Doblar el cartílago para acercar la oreja a la cabeza.
- Reducir una porción del cartílago para corregir una oreja demasiado grande.
- Reposicionar la oreja si está despegada en exceso.
4. Sutura
Tras la remodelación, se cierra la incisión con suturas muy finas. Estas suturas ayudan a mantener la nueva forma de la oreja y aseguran que el cartílago cicatrice correctamente en su nueva posición.
En la mayoría de los casos, se utilizan puntos reabsorbibles que desaparecen por sí solos, aunque en algunos pacientes puede ser necesario retirarlos a los pocos días.
5. Vendaje
Para proteger la zona y favorecer la correcta cicatrización, se puede colocar un vendaje compresivo alrededor de la cabeza. Este vendaje también ayuda a mantener las orejas en la nueva posición durante los primeros días, lo que ayuda a evitar movimientos bruscos que puedan afectar al resultado.
Tras unos días, el vendaje se sustituye por una cinta elástica más ligera, que debe usarse especialmente durante la noche varias semanas.
Beneficios de la otoplastia
Ya sabes cómo se hace una otoplastia, pero teniendo en cuenta que el objetivo principal es mejorar la forma y posición de las orejas, tiene muchísimos beneficios. Voy a destacar los más importantes:
- Corrige todo tipo de problemas: orejas de soplillo o de gran tamaño, colgantes, lóbulos rasgados, asimetrías, etc.
- Resultados permanentes. Una vez realizada, no necesita retoques.
- Es una recuperación muy rápida. En dos semanas, la mayoría de los pacientes retoman sus rutinas.
- Cicatrices invisibles.
- Mejora de la autoestima. Muchos pacientes, especialmente adolescentes, experimentan un cambio radical en su confianza personal al dejar de preocuparse por el aspecto de sus orejas.
- Apto para todas las edades. A partir de que se terminen de desarrollar por completo las orejas, que suele ser a los 6 años, ya se puede hacer una otoplastia. También es habitual en adultos de cualquier edad.
¿Qué riesgos tiene la otoplastia?
Los riesgos de la otoplastia son muy poco frecuentes y suelen resolverse o prevenirse con un seguimiento adecuado. Los riesgos a destacar son:
- Infección en la herida, sangrado o hematoma. Pueden aparecer en los primeros días, se controla con antibióticos y siempre se resuelve sin complicaciones.
- Cicatrización anómala. La cicatriz puede engrosarse o ser visible aunque si se hace la incisión en el surco posterior, esto último no importa tanto. Es muy poco frecuente.
- Molestia temporal, como sensación de tensión o adormecimiento de la zona. También puede haber una pequeña asimetría residual, pero es mínima y, con un cirujano experto y siguiendo sus indicaciones, estos riesgos se reducen al mínimo.
¿Cuántos años dura la otoplastia?
La otoplastia es una cirugía con resultados permanentes. A diferencia de otros procedimientos estéticos que requieren mantenimiento periódico, una vez remodeladas y reposicionadas las orejas, el cambio es definitivo.
El cartílago tratado conserva la nueva forma y la cicatriz interna lo fija en su posición, por lo que el resultado se mantiene estable a lo largo del tiempo.
Saber cómo se hace una otoplastia ayuda a perder el miedo a la intervención y a comprender la simplicidad del procedimiento. Se trata de una cirugía rápida, segura y con resultados permanentes que no solo mejora la estética facial, sino que también aporta un importante beneficio emocional a quienes la realizan. Con un preoperatorio bien planificado, la elección de un cirujano plástico especializado y el cumplimiento de las recomendaciones postoperatorias, los pacientes pueden disfrutar de un resultado definitivo que acompañará toda su vida.